¿Estás buscando una impresora para el laboratorio y no sabes por dónde comenzar? Te encuentras en la publicación indicada. Las impresoras son imprescindibles en un laboratorio. Ya sea que necesites imprimir algunos documentos, sacar copias a los libros, tomar apuntes en el ordenador y posteriormente imprimirlos para tenerlos a la mano o escanear páginas importantes para tu investigación.
Sabemos que te gustaría escoger una impresora de buena calidad a excelente precio. Con tantas opciones en el mercado, y dispositivos con diferentes prestaciones, la elección no es fácil. Hay que invertir tiempo en investigar, leer y comparar.
Por suerte, para ti, elaboramos una guía de compra rápida y sencilla para seleccionar la mejor impresora para laboratorio tomando en cuenta factores esenciales como la rapidez, la tecnología -si es impresora laser a color-, la capacidad, sistema y velocidad de impresión.
Cómo elegir una impresora para el laboratorio
Necesidades
¿Cuáles son tus necesidades de impresión? ¿Pocas o bajas? ¿Ensayos, documentos, fotografías, libros? ¿Imprimirás de manera recurrente o intermitentemente? ¿Necesitas velocidad para ahorrar tiempo? Además, ¿escanearás y fotocopiarás? Algunas impresoras incluyen más colores para fotografías, es importante saberlo. Evalúa tus necesidades y enuméralas. Conociendo qué es lo que necesitas para tu laboratorio, es más fácil filtrar impresoras.
Inyección de tinta o láser
Existen dos tecnologías de impresión: inyección de tinta y láser. Te sonará desconocido, pero es importante.
Las impresoras de inyección de tinta, que usan cartuchos húmedos sobre las páginas, funcionan para imprimir casi cualquier documento: desde ensayos, pasando por gráficos y fotografías. Son buenos equipos, confiables, útiles y abundan en el mercado. Las encontrarás en cualquier marca reconocida del mercado. Tienen una velocidad promedio entre 15-18 páginas por minuto –si es blanco y negro–, vienen todo en uno y son más económicas. Sin embargo, para cantidades significativas de impresión, quizás no son las más adecuadas.
Las impresoras de láser, que son las que usan un tóner para plasmar los documentos en las páginas, son mejores inversiones, porque el costo de cada inversión es menor. Imprimen hasta 10.000 – 20.000 páginas antes que sea momento de cambiar el tóner. Contrario de los cartuchos, que se acaban rápidamente.
Regular o todo en uno
Hay dos tipos de impresoras: regulares, es decir, que solo imprimen; y todo-en-uno, equipos multifuncionales que escanean, sacan copias, envían faxes, etc. Más allá de necesidades, fíjate en el costo. Las impresoras regulares cuestan menos de 100 euros. En cambio, las impresoras todo en uno, son más costosas por las prestaciones que incluyen. A largo plazo evalúa si quieres ahorrar dinero al aprovechar el bajo precio de las normales, o invertir en un equipo versátil por muchísimo más precio.
Conexión
Las impresoras modernas se conectan a través de redes inalámbricas. Esto garantiza una gestión de impresión más cómoda y ágil. Los modelos convencionales, que siguen siendo una buena opción de impresión para laboratorios, se conectan a través de cable. Si bien son más económicas en comparación con los equipos más recientes, tendrás que mantenerlo cerca de ordenadores o portátiles. Es decir, encontrar un espacio que quizás no tengas disponible.
Velocidad
Todos queremos que las impresoras sean rápidas. Mandas un documento e inmediatamente lo tienes a mano. Mientras más páginas tengas que imprimir, más velocidad necesitarás. Esto se mide en ‘PPM’, o ‘páginas por minuto’. Aquí influyen diferentes factores, como si es una impresora en blanco y negro o color. Los dispositivos tardarán más en imprimir una fotografía a calor, que un texto de un ensayo. Si solo imprimirás lo segundo, entonces no hace falta que mires en la velocidad. Incluso las impresoras promedio lo harán rápido. Pero si imprimirás a color, entonces es necesario que veles por más velocidad de impresión.